LEALTAD. EL PORQUÉ DE SU NOMBRE.

Es de sumo interés y seguro que para muchos es desconocido el motivo por el que los fundadores de esta sociedad eligieron la denominación «Lealtad». Una de las respuestas que más se han venido barajando está relacionada con uno de los primeros directivos, Víctor Vallín, y concretamente con su actividad profesional que venía realizando en una conocida imprenta de Villaviciosa conocida como «La Lealtad». Pero el caso es que el nombre de esta imprenta no comenzaría a ser utilizado hasta la década de los años veinte. Y ya por entonces, la S.D. Lealtad era un equipo consolidado. La otra respuesta que se puede barajar se relaciona con la forma de practicar el fútbol por aquellos años. Raras eran las ocasiones en las que un encuentro terminase sin incidente alguno. El hecho de practicarlo de una forma deportiva y respetando sus reglas eran fines muy elogiados y valorados. Podría ser por este motivo que los fundadores de la sociedad se marcasen como principal objetivo la deportividad, el juego limpio o la lealtad a la hora de jugar.

PRIMEROS AÑOS DE ACTIVIDAD HASTA MEDIADOS DE SIGLO.

Pese a existir como sociedad desde 1918, no sería hasta 1919 cuando se legalice su situación dándose de alta en la Federación Asturiana de Fútbol. El Lealtad vestiría inicialmente camisa negriblanca con pantalón negro y medias blancas, pasando a partir de 1920 a vestir camisa negra con pantalón blanco y medias negras, uniformes ambos que en el futuro adoptaría indistintamente en varios ciclos imponiéndose la gran mayoría de las ocasiones el negro como color principal. Durante esta década el club era una entidad muy humilde cuyas participaciones en las categorías inferiores del Campeonato Asturiano fueron intermitentes, dependiendo su inscripción del dinero disponible. A falta de partidos oficiales, se organizaban encuentros amistosos con equipos de la zona.


El club pronto tuvo que enfrentarse con un gran problema como era la marcha de diversos jugadores a otros equipos de la provincia. La primera de estas bajas sería la de Arturo Villaverde, que pasaría a formar parte del equipo gijonés del Real Athletic Club. También se produjo una verdadera emigración al otro lado del Atlántico, destacando Cuba y México como los principales destinos de algunos de los hasta entonces integrantes del Club Lealtad. Nicolás Zarabozo desarrollaría su actividad futbolística en las filas del Olimpia (La Habana, Cuba). Por su parte, Manuel Fernández Vallín, conocido futbolísticamente como «Trucha», fue fichado por el Real Stadium Ovetense en 1923 por sus cualidades como defensa. Años más tarde llegaría a vestir la camiseta del Real Oviedo, convirtiéndose en uno de los jugadores más populares y siendo objeto de algunas coplas.

Mención a «Trucha» del Real Stadium Ovetense. 26-06-1923 (La Voz de Asturias)
Mención a «Trucha» del Real Stadium Ovetense. 26-06-1923 (La Voz de Asturias)

En los años treinta el club progresa adecuadamente y de Tercera Categoría Regional ascendía a Segunda al término de la temporada 1932-33. Con la llegada de la Guerra Civil, la difícil situación se dejó sentir, obligatoriamente, en la actividad deportiva del Club Deportivo Lealtad, que durante el periodo de la contienda cesaría toda su actividad.


Finalizado el conflicto, el Club Deportivo Lealtad se reorganizaba casi de inmediato tras la obligatoria purga de dirigentes y jugadores, participando nuevamente en los campeonatos de la Federación. Reestructuradas las categorías, disputarían sus partidos en Tercera Regional. Durante la segunda mitad de los años 40, el Club Deportivo Lealtad vivió una etapa de altibajos deportivos. Bajo la presidencia de Ernesto Robledo, el equipo alcanzó una notable cuarta posición en la temporada 1947-48, tras haber sido séptimo el año anterior, pero acabó descendiendo en la campaña 1949-50 al finalizar undécimo. En este periodo, el club disputó sus encuentros durante un par de años en el Campo de Samielles, en la localidad de Amandi, aunque pronto regresaría a su sede histórica de Les Caleyes. En esta etapa destacaron los hermanos Montes (Alfredo, Jenaro, Manolo y Pepito), en concreto, Alfredo, que llegó a fichar por el filial del Real Madrid en su estancia
en la capital por sus altas capacidades atléticas.

AÑOS 50 y 60.

En los años 50, el Lealtad alternó entre la Segunda y la Primera Regional. Durante la década de 1960, el club consiguió salir de las categorías más bajas al ascender a Primera Regional en la temporada 1961-62. En dicha campaña, además de los méritos deportivos que lograron el ascenso de categoría sin conocer la derrota, se debe destacar el gran movimiento de gente en cada desplazamiento, sobre todo ante su principal rival: el Sariego C.F. En la nueva división se mantuvo varios años con bastante irregularidad hasta que pronto los malos resultados supusieron un nuevo descenso para el equipo.

AÑOS 70 y 80.

A las vísperas de la temporada 1972-73, el Club Deportivo Lealtad iba a celebrar la conmemoración del 50º aniversario de su fundación. En plenas Fiestas del Portal de 1972 Les Caleyes iba a ser escenario del acto central de esta conmemoración: un partido entre el entonces denominado Real Gijón y el Unión Popular de Langreo, que por aquellas fechas militaba en Segunda División. La inestabilidad en el seno de las juntas directivas fue común durante estos años, lo que se trasladó a los terrenos de juego.


Después del último ascenso a Primera Categoría Regional en la temporada 61-62, el Lealtad iba a volver a esta división en la 76-77. Este nuevo acontecimiento iba a tener lugar en un escenario totalmente distinto al incomparable marco de Les Caleyes, ya que en la temporada en cuestión iba a ser objeto de una profunda remodelación de su terreno de juego. Durante el tiempo que duraron las obras, la Mantequera de Villaviciosa cedió unos terrenos situados en la parte posterior de su fábrica de Amandi: el Campo Villazón. La proximidad de algunos campos rivales (Torazo, Colunga, Argüero o Piloña) era la causa de que las correspondientes directivas se frotaran las manos ante la visita del equipo de Villaviciosa. Ya que tras de sí, venía toda una legión de seguidores dispuestos a animar y a presenciar un interesante y, en muchas ocasiones, bronco partido de rivalidad.


Crisis administrativa y deportiva. Así se puede calificar la situación a finales de la década de los 70 y principios de los 80. Esta situación se mantendría hasta la temporada 1984-85, período en el que accede a la presidencia Juan Carlos López García. Al poco tiempo, la luz volvía a posarse sobre un, hasta entonces, oscurecido Lealtad gracias al triunfo en el Torneo Federación (1985) en el Estadio Carlos Tartiere frente al Racing Club Cayés. Además, se consiguieron dos ascensos consecutivos con los que se daba el gran salto desde la Segunda Regional a la Regional Preferente.


A finales de los 80, el Lealtad se había consolidado en la Regional Preferente y las cuentas se encontraban totalmente saneadas con la llegada de la junta directiva presidida por José Manuel Vigón. Uno de los objetivos marcados por la nueva junta era la búsqueda y posterior acondicionamiento de un segundo terreno de juego, con el que poder desahogar el césped de Les Caleyes. Este objetivo se haría realidad gracias a la cesión, por parte de Avelino Tuya, de los terrenos donde años atrás se celebraron las competiciones oficiales en Amandi.

AÑOS 90.

Los años 90 no pudieron comenzar de mejor forma para el Lealtad con el ascenso a la máxima categoría del fútbol asturiano, la Tercera División, el 27 de mayo de 1990. Aficionados y jugadores festejaron el logro en el Campo del Palacio (Trasona) tras hacer sus deberes y enterarse de la permanencia del Langreo en la 2ª División B, lo que permitía la ansiada escalada del club maliayo a la nueva categoría. Plantilla y junta directiva fueron recibidos en el salón de plenos del Ayuntamiento de Villaviciosa por el alcalde, mientras que en la plaza del Güevu se agolpaban un gran número de aficionados para celebrar tan especial acontecimiento.


La primera campaña en Tercera División finalizó con el equipo en media tabla. En la 91-92 el principal objetivo era clasificarse para la Copa de S.M. el Rey, es decir, quedar entre los seis primeros clasificados. La primera parte del Campeonato fue bastante mediocre, pero en la segunda vuelta iba a ofrecer un panorama muy distinto, manteniéndose más de diez jornadas sin conocer la derrota. El juego del Lealtad subió enteros gracias a la delantera formada por Sabino, Vigón y Uría, haciéndose notar otros jugadores como Plácido, Fermín o Marino. Los 67 goles a favor hicieron que el C.D. Lealtad quedara como el mayor goleador de la categoría. El 24 de mayo de 1992, un inesperado empate del U.P de Langreo permitió la consecución del campeonato liguero. Un título que se hizo realidad gracias a la victoria por la mínima frente al Real Titánico en Pola de Laviana con gol de Miguel Vigón.


El hecho de haberse proclamado campeón de liga, además de jugar la Copa del Rey, supondría la primera experiencia del Lealtad más allá del Pajares. En el Playoff a 2ª División B los rivales fueron el Astorga, el Carballiño y el Alcalá. Tras haber vencido al Astorga y al Carballiño en Les Caleyes y haber sufrido una derrota en tierras gallegas, tendría lugar el mítico partido en Astorga. Los cerca de 300 aficionados villaviciosinos que se dieron cita en el campo de La Eragudina vibraron como nunca con el gol kilométrico de Cordero desde el centro del campo. Finalmente, las dos derrotas frente al Alcalá disiparon las ilusiones de ascenso.


En la temporada 1992-93 se finalizaría en la segunda posición, repitiendo liguilla de ascenso, aunque con poco éxito al ser colistas con tan solo dos puntos y precedidos por el Arosa, el Colonia Moscardó y el Ribert. Se produjo del debut en la Copa del Rey, superando al Marino de Luanco para posteriormente caer eliminados por el Real Avilés. En la 93-94 se repetiría de nuevo el subcampeonato, aunque el Aranjuez privaba de conseguir el ascenso en un grupo que completaban el equipo «B» del entonces «Súper Dépor» y el Atlético Bembibre. En la 94-95 quedaron terceros, siendo superados en el playoff frente al As Pontes y los filiales del Leganés y del Salamanca. Dos campañas después, ya con Enrique Mijares en la presidencia, se volvería a disputar la liguilla, quedando colistas por debajo del Burgos, el Ponte Ourense y el Alcalá.


En la temporada 1997-98 el Lealtad viviría el mejor momento de la historia del club hasta entonces y es que, tras proclamarse campeón de liga, al fin logró alcanzar la Segunda División B con un joven Marcelino García Toral en el banquillo. Habían comandado un difícil e igualado grupo en la liguilla de ascenso donde la Gimnástica Segoviana era su principal adversario y con quien se tuvieron que jugar el ascenso en la última jornada en casa, resuelto favorablemente el compromiso al vencer por 1-0 con un gol de Joaquín en el tiempo añadido. Betanzos y Real Madrid «C» completaron el cuarteto de equipos de aquella liguilla histórica. De este modo, al año siguiente se estrenaba la 2ª B conscientes de las limitaciones, pero muy ilusionados por disputar un campeonato tan ansiado en un grupo compartido con equipos asturianos, madrileños, canarios, gallegos y castellano-manchegos. Pronto se veía que el reto era enormemente complicado y pese al gran esfuerzo, acabaron como colistas. De regreso a Tercera División volvían a proclamarse campeones en la temporada 1999-2000, pero un fuerte Alcorcón se cruzaba en su camino y les superaba en la liguilla. Tercero fue La Bañeza y cuarto, el Xove Lago.

NUEVO SIGLO. LOS 2000.

El inicio del nuevo siglo no será tan fructífero como la última década, pero a pesar de todo se les presentaron nuevas oportunidades para retornar a la Segunda División B. La temporada 2000-01 se juega liguilla tras el cuarto puesto en liga, pero el Celta «B» es quien acaba ascendiendo como primero. El cuadro negrillo sería segundo, precedería a Las Rozas y el Salamanca «B» en el grupo. Tras varios años con altibajos, no sería hasta la 2005-06 cuando se vuelva a disputar un playoff de ascenso con un sistema renovado. En la primera eliminatoria tocó jugar frente el Deportivo de La Coruña «B» quien les superaba en ambos encuentros. La siguiente campaña se finalizó en el segundo puesto, cayendo de nuevo en la primera ronda frente al Poli Ejido. Las tres temporadas sucesivas no fueron muy satisfactorias, lejos de los puestos de promoción de ascenso.


La siguiente década se inicia con serios problemas económicos y el descenso de presupuesto repercute en la confección de las distintas plantillas. Deportivamente el club lo acusa, finaliza duodécimo la temporada 2010-11 y decimocuarto la 2011-12 luchando por evitar el descenso. En 2012 todo parece abocado a lo peor porque a la grave situación financiera del club se une la gran crisis que atraviesa el país. En ese momento, con el Club Deportivo Lealtad al borde de la desaparición, con una deuda asfixiante y el equipo deportivamente viviendo horas muy bajas, llega a la presidencia Pedro Menéndez, exjugador del club.


Tras un sexto puesto en la liga 2012-13, en la campaña 2013-14 llega la gran sorpresa de la mano del joven técnico Javi Rozada. De manera sorprendente, el Lealtad se proclama campeón del Grupo II de Tercera División en una emocionante fase final de liga con el Unión Popular de Langreo ―con quien empata a puntos―, seguido muy de cerca por el Unión Club Ceares. En la fase de campeones se encuentra con el Puertollano, perdiendo en la localidad castellano-manchega por 1-0 e igualando el global en Les Caleyes al término de los noventa minutos. Dicho resultado obliga a disputar una prórroga que daría paso al lanzamiento de penaltis e imponiéndose los maliayos por 4-3 con el guardameta Javi Porrón como protagonista deteniendo dos lanzamientos y logrando que el equipo de la Villa ascienda a Segunda División B por segunda vez en su historia.


Ya con el club saneado económicamente, el Lealtad afronta el reto de disputar por segunda vez en su historia la categoría de bronce del fútbol español que, además, esta temporada 2014-15 en el grupo I, donde compiten los maliayos, figuran clubes históricos como Real Oviedo, Real Murcia, Burgos Club de Fútbol, Sociedad Deportiva Compostela o la Cultural y Deportiva Leonesa, entre otros. En el último partido de liga se consiguió la permanencia tras vencer por la mínima al Racing de Ferrol en Les Caleyes. El club se consolidó en la categoría en la 15-16 consiguiendo la décima posición final con 50 puntos, posición más alta de toda la historia del club. Les Caleyes se había convertido en un verdadero fortín, pues vivió nueve meses y medio de imbatibilidad desde el 21 de marzo de 2015 tras el 0-1 ante el Real Oviedo al 3 de enero de 2016 cuando la Unión Deportiva Logroñés derrotaba a los de Villaviciosa por 0-2.


En 2016 llega al banquillo Roberto Aguirre, salvando al equipo con solvencia en su primer año. En la temporada 2017-18 no consigue repetir los éxitos de temporadas anteriores y desciende a Tercera División tras quedar en 18.ª posición, poniendo fin a cuatro temporadas consecutivas en la categoría, la mejor racha en la historia del club.


Para el curso 2018-19 el entrenador pasa a ser el exjugador maliayés Samuel Baños, como primeros y disputan la promoción de ascenso a Segunda División B. Tras caer en la eliminatoria de los campeones contra el Getafe «B», superarían la segunda ronda contra el Formentera, para no alcanzar el objetivo del cambio de categoría en la última, tras ser superados por el Villarrobledo.


La llegada de Francisco Cabal a la presidencia coincide con la pandemia. Con la competición interrumpida, el equipo quedó campeón y se clasificó para los playoffs de ascenso sin público en las gradas. Finalmente, los cuatro equipos ―entre los que se encontraba el Lealtad― que no pudieron disputar la fase adicional de ascenso de Tercera División tras ser suspendida al detectarse varios positivos por Covid-19, jugarán finalmente en Segunda División B la próxima temporada, tal y como decidió la Comisión Gestora de la Real Federación Española de Fútbol. En la 2020-21, la Segunda División B se subdividió en subgrupos. El club negrillo se enfrentó a grandes equipos como el Burgos, la Leonesa o el Numancia y acabaría descendiendo.


En la campaña 2021-22 consiguió clasificarse en tercera posición de la nueva Tercera Federación, lo que le permitió disputar primeramente un playoff en el que eliminó al Llanes en semifinales y al Real Sporting «B» en la final. Estos encuentros se disputaron la sede neutral del Nuevo Ganzábal. En la fase nacional, el Club Deportivo Lealtad se enfrentó al Alfaro en la lucha por el ascenso en la sede neutral de Las Rozas. Tras un empate a cero y disputarse una prórroga sin que ninguno de los dos marcase, lo que daba el ascenso al mejor clasificado, los riojanos se llevaron la eliminatoria. A destacar los más de 200 leales que se desplazaron a Madrid en un caluroso día de verano en la capital.


Dos años después volvió a clasificarse para promocionar a Segunda Federación. Pero no pasó la fase autonómica, primero eliminó al Ceares en las semifinales, para posteriormente ser eliminados en la final por L’Entregu.


En esta última temporada 2024-25 se ha conseguido el ascenso a Segunda Federación tras superar en las eliminatorias de playoff a Caudal, Sporting B y Llerenense. Las numerosas remontadas conseguidas a lo largo de toda la campaña y el buen ambiente y apoyo masivo de la afición maliaya, tanto en los partidos de local como en los desplazamientos, seguro serán recordados en la posterioridad como uno de los momentos más bonitos en la historia reciente del club.